“Reflexionando sobre mi tiempo en la Academia Virtual Navegantes en Carolina, Puerto Rico, me siento agradecida y orgullosa. Los conocimientos y experiencias ganados allí fueron esenciales para mi rol actual como Pastora Asociada. Mi diploma simboliza no solo educación, sino también los retos superados. Los profesores, más allá de su rol académico, fueron mentores espirituales cruciales en la formación de mi vocación. Allí, mi fe y liderazgo se fortalecieron, y ahora, uso lo aprendido para inspirar a mi comunidad con esperanza y amor. La Academia fue clave en mi desarrollo, y estoy eternamente agradecida por cómo me preparó para ser la pastora que soy.”

“Como exalumno de la Academia Virtual Navegantes en Carolina, Puerto Rico, mi experiencia fue fundamental para mi desarrollo como evangelista. Fue un lugar que me proporcionó las herramientas esenciales para mi ministerio. La enseñanza apasionada de los profesores y los valiosos momentos de aprendizaje contribuyeron significativamente a mi preparación y confianza en el campo. Estoy profundamente agradecido y orgulloso de mi formación en la academia.”

“Cuando me inscribí en la Academia Ministerial Navegantes, ubicada en ese entonces en Carolina, Puerto Rico, no me imaginaba el tremendo impacto que tendría en mi vida. Con cada clase del Diploma en Ministerio, sentía que no solo estaba aprendiendo, sino también recibiendo las herramientas necesarias para cumplir mi llamado. Hoy día, como maestra de Biblia, aplico todo lo que la Academia me enseñó. Fueron más que estudios, fue una preparación real para el ministerio que llevo a cabo cada día. Agradezco a cada profesor y a todos en la Academia por equiparme para ser la líder que soy ahora. ¡De verdad que la Academia Navegantes fue una bendición en mi vida!”

“Mi travesía académica en la Academia Ministerial culminó con la obtención de un grado Asociado en Teología, una experiencia que ha sido fundamental en mi desarrollo y servicio pastoral. Hoy en día, tengo el privilegio de ejercer como Pastora en la Iglesia Wesleyana Nueva Esperanza en Pennsylvania, y cada día aplico los conocimientos y la sabiduría que adquirí en la academia. Fue un tiempo de crecimiento, aprendizaje y de establecer las bases teológicas que ahora guían mi ministerio. La formación recibida ha sido vital para mi labor en la congregación y en la comunidad.”