La Biblia sigue siendo una colección de escritos relevantes hoy, al igual que lo fue en el momento de su composición entre 3,500 y 2,000 años atrás. Sin embargo, el abismo milenario que nos separa de dicha composición hace completamente necesarias dos disciplinas importantes la hermenéutica y la exégesis Cuando hablamos de hermenéutica nos referimos esencialmente al arte de la interpretación de los textos, en este caso los bíblicos. Al ser un arte de interpretación, aspecto subjetivo, será parte imprescindible de esta disciplina. Además, dicha subjetividad hará la interpretación un recurso inagotable. Es decir, nos acercamos al texto insertando también nuestro contexto vivencial, y con estos lentes lo intentamos hacer relevantes a nuestra vida y nuestras comunidades. De manera que la hermenéutica induce el ejercicio de la “eiségesis” que significa introducir. Introducir nuestro contexto para que la lectura aporte lo necesario a nuestra existencia en el siglo 21. Por último, podemos concluir que la hermenéutica no será absoluta. Cada cual, según su contexto y entendimiento interpretará el mismo texto con distintos resultados. Así, una sociedad pre-científica interpretaría el texto desde su entendimiento, mientras hoy lo interpretaremos desde otra perspectiva, por dar un ejemplo.
Por otra parte, tenemos la exégesis. Esta es la parte científica del proceso. Entiendo que para mucha gente el término científico sea problemático, pero es que exactamente eso es, un proceso científico. La exégesis tiene que ver con observación objetiva, investigación y experimentación, ya que persigue como finalidad encontrar el sentido originario del texto.
En este caso, no una interpretación subjetiva, sino el descubrimiento del sentido final del autor o autora del texto. Esto es, no pensar acerca del autor(a), sino con el autor(a). Es un proceso que puede resultar tedioso para alguna gente porque implica estudiar el contexto histórico, sociológico, económico, cultural entre otros. Además, las cuestiones literarias, el aspecto gramatical (estudiar los idiomas originales), el aspecto textual dos manuscritos de los cuales proceden nuestras versiones), las fuentes de las cuales dependieron los escritos, la influencia redaccional, etc
Es un escabroso camino estudiar el detrás del texto, pero al final quedamos con la satisfacción de, al menos, habernos acercado los más posible al sentido original de un pasaje. Le hacemos justicia al texto y somos fieles a su origen. La exégesis es el puente para acercarnos al texto desde nuestro mundo y realidad. La hermenéutica es el camino de regreso por dicho puente para hacerlo relevante al hoy. Estas son las herramientas indispensables que obtenemos con el estudio de la exégesis de la literatura bíblica y las destrezas de interpretación. En mi experiencia personal, ha sido una bendición, y una experiencia de liberación. Como dijo Jesús: conocerá la verdad, y serán libres..
Por: José (Poly) Valentin, M.Div, D.Min